viernes, 27 de enero de 2012

Aprendizaje inconsciente.

Negar el inconsciente es negar que soñamos.
El inconsciente existe. Sí, ya sé que con esto los cognitivos se ofenden o algo así. Que no encaja en su mezquina guerra de poder con los psicoanalistas. Pero en fin, existe. Hasta ellos lo reconocen. Lo "no consciente" lo llaman a veces no sin antes poner cierto rostro de incomodidad. Da igual el nombre. Lo importante es dejar claro que más allá de las diferencias esto es una realidad. Que hay cosas de nosotros mismos que desconocemos, y que de algún modo nos afectan. Como ya he dicho, cada modelo o forma de entender la psicología ha hecho su particular interpretación de él. Algunos lo ocultaron debajo de la alfombra, otros lo encumbraron e incluso están aquellos que lo declararon culpable de todos nuestros males. Los sistémicos lo vemos de manera distinta. Creemos que el inconsciente es una forma de percepción. Una manera de ver el mundo, que como toda manera de ver el mundo, construye la realidad a la par que la percibe. Es decir que al mirar se crea lo mirado. Que ese mirar nos atraviesa, y que dichas percepciones están organizadas en si mismas. Percepciones que a su vez se organizan en ideas a las que llamamos sistemas. Y finalmente creemos que esos sistemas se rigen por leyes estéticas. Así lo que planteamos es que el inconsciente es belleza. Una belleza de peculiares secretos.

Se aplica a mujeres y hombres.
El deseo consciente, espanta lo deseado.
Hoy, nos vamos a dedicar a develar uno de ellos: el secreto del aprendizaje. Pues si el consciente aprende, el inconsciente también. Claro que lo hace de un modo distinto. Y es que sucede que para aprender algunas cosas es necesario tolerar no comprenderlas del todo. Dice el Tao que a la sabiduría se llega renunciando a ella, dejándola ir. Como aquel que permite ser atravesado por la corriente de un río. Supongo que es lo mismo que dice el chamanismo castanédico cuando habla de encontrar algo sin buscarlo. Ellos lo llaman "no hacer", los taoístas "wu wei", que básicamente es lo mismo.  ¿Alguna vez habéis deseado con todas vuestras fuerzas tener pareja? Dicen que no hay nada en este mundo que espante más una posible relación que dicho deseo. Recuerdo aquel anuncio de un refresco donde un chico desesperado por conocer mujeres, las alejaba justamente por causa de aquella desesperación. En el vídeo, se veía como las chicas a las que él inocentemente se acercaba, mostraban un extraño rechazo, casi animal. ¿Qué le pasaba al muchacho? Feo no era. Bajo el punto de vista sistémico, nuestro joven amigo estaba tratando de controlar su inconsciente. De forzar algo  (en este caso una relación) que en realidad tiene que surgir naturalmente. Y cuando esto se hace, no solo es el propio inconsciente el que ejerce una resistencia, sino también el ajeno.

Vemos entonces que el inconsciente, propio y ajeno, se resiste al control consciente. Que no es posible llegar al mundo inconsciente a propósito. Y la pregunta entonces es, ¿Cómo llegar a la sabiduría inconsciente si no podemos hacerlo a propósito? Son muchos los caminos y sin embargo todos se pueden resumir en una clave: engañar al consciente. Ahora os preguntaréis como se puede engañar al consciente. Hay muchas maneras. Sustancias, rituales, técnicas desestabilizadoras del yo, algunas terapias, etc. De todas las formas y colores. Lo importante es siempre no darse cuenta del todo. Ignorar una parte de lo que está sucediendo a la vez que el consciente está distraído con otra cosa. Debe de haber una intensidad especial. Jugar con el tiempo y el espacio siempre es importante. De tal manera que el mensaje, comunicado en forma de metáfora, llegue a su destino. Quizás lo más interesante sea que una vez abierta la puerta, la información puede llegar de los dos lados. Pues el inconsciente tiene a veces mucho más que enseñarnos a nosotros que nosotros a él.
El inconsciente puede aprender, pero sobre todo enseñar.

Corren tiempos difíciles para el inconsciente. Parece que en este sistema enfermo en el que vivimos sus verdades sobran. No me extraña. Al libre mercado le enerva todo aquello que no puede controlar. Y sabe bien que este es uno de los pocos lugares donde no puede poner una jodida cámara. Y eso le jode. Se nota.

Sin embargo también corren tiempos de esperanza. Internet ha demostrado como una herramienta de control en masa, en este caso la tecnología, puede terminar resultando justamente lo contrario. Dice un viejo proverbio que Dios no se deja burlar. Que tarde o temprano todo aquello que se controla, se descontrola. Que la vida sigue inexorablemente su camino. Un camino que es el nuestro.

Llegarán tiempos mejores.

Escribiendo desde la dimensión desconocida (algunos la conocen por Europa).

Lic. Unai Rivas Campo.

13 comentarios:

  1. Uno de tus mejores escritos. Felicitaciones.

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  2. ¿Te parece? Me da miedo que no se entienda. Gracias.

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  3. Definitivamente se entendio..
    Pero.. sino podemos controlar el inconciente, tampoco podemos controlar lo que aprende, ¿o si? y sino controlamos eso, como sabemos que nuestro inconciente aprende "algo bueno" o mejor dicho, algo que no nos perjudicara. Por que yo puedo decidir si quiero o no aprender a estafar,y ademas despues decidir si lo quiero hacer o no... pero con el inconconciente no es asi.. una vez que adquiere herramientas las utiliza, sin preguntar ni nada.. simplemente lo hace..
    ¿Por que no enfrentar las camaras del libre mercado con el conciente? al fin al cabo, si ellos buscan controlarnos a nosotros, ¿porque nosotros no podemos controlarlos a ellos?

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  4. Ahi esta el porque no darse cuenta del todo, lo importante no es el control. Eso es mas para las reglas del consciente. Tomar el control total sobre ello haria que ya no fuese inconsciente. Respecto a tratar de controlarlos a ellos... Se nos descontrolaria.

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  5. Es muy bello lo que expresás en el último párrafo...Gracias
    Saludos

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  6. ´´Hay cosas de nosotros mismos que desconocemos, y que de algún modo nos afectan... El inconsciente es una forma de percepción. Una manera de ver el mundo, que como toda manera de ver el mundo, construye la realidad a la par que la percibe...´´
    Muy interesante!!!

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  7. ¡Gracias por todos vuestros comentarios!
    Se ha producido un interesante debate dos comentarios más arriba. Alguien ha plateado la posibilidad de controlar al sistema y otra persona ha retrucado que eso es imposible. Me gustaría desarrollar esa idea un poco más. En principio es necesario tratar de entender al libre mercado como un sistema. Con características mentales propias. Que por tanto, trata de seguir existiendo. Y que por supuesto, se alimenta. Pero claro, los sistemas compuestos por ideas no se alimentan de comida, sino de nuestra propia atención. De esas miradas de las que he hablado más arriba. De esta forma, vincularnos con el sistema desde el control no hace más que alimentar más su poder sobre nosotros. Es por esto que el mismo sistema de mercado nos rodea de objetos para controlar (TV, videojuegos, teléfonos etc.). De esta forma, el control del sistema de mercado sobre nosotros se basa en nuestra propias conductas cotidianas de control.

    Sin embargo, creo comprender el espíritu tras el comentario que ha generado el debate. Supongo que el camino para enfrentarlo no pasa hoy solamente por el "No hacer". Solamente "no haciendo" este sistema nos comería crudos. Así es que desde mi humilde punto de vista el camino pasa por la "comunidad y la libertad". Es decir, por la capacidad para ejercer nuestra libertad como alternativa al control y la comunidad como una forma de organización humana que confronte a la inhumanidad del capitalismo. ¿Ejemplos de comunidades? Pues los que queráis, desde una comunidad religiosa, pasando por una asociación de vecinos; o como no, también la militancia política. Porque el estado no puede controlar al sistema capitalista, pero sí ejercer su soberanía sobre el. Que parece lo mismo pero no lo es.

    Lo que está claro es que solos no podemos. Necesitamos a otros. Estado, amigos, familia, barrio.. Lo humano debe ser reconquistado.

    Os mando un fuerte abrazo todavía desde la dimensión desconocida.

    PD: Eso me alienta a escribir algunos post más complejos..

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  8. Gracias, ese poder que tenes de ver el espiritu mas alla de las palabras, siempre hace de las tuyas, respuestas certeras!! y si, me referia exactamente a eso, a nuestra capacidad de ejercer nuestra libertad... lo de las comunidades realmente, no lo habia pensado, pero estoy de acuerdo con vos..
    Personalmente no creo que nadie tenga el derecho de decirnos (de una u otra forma) como vivir.
    El sistema sobrevive, gracias a nosotros, gracias a que nos paramos frente a el sin esperanza y decidimos sin mas, convertirnos en sus "victimas", en sus "peones". Consiguiendo de eta forma, nada mas, que su poder se incremente. Frente a lo cuual, nosotros nos vemos mas controlados, mas indefensos, y por lo tanto con menor fuerza para hacernos valer frente a la inhumanidad.
    Cuando aceptemos nuestro protagonismo real dentro del libre mercado, estaremos aptos para enfrentarnos a el, no mediante la logica, o el control en si mismo, sino mediante nuestra condicion de seres humanos capaces de hacer valer su libre albeldrio.
    Lamentablemente, otros querran renunciar a su libertad, (accion que llevaran a cabo, en realidad, haciendo uso de ella) y decidiran seguir siendo sometidos. Porque ello no implica ninguna responsabilidad ni ningun compromiso, alimentando de esta forma el sistema..
    No esta en nuestras manos decidir y actuar por otros, pero si lo esta, el defendernos nosotros mismos con las herramientas que se nos fueron posibilitadas y la necesidad de ser dueños de nuestra propia vida...

    Gracias otra vez, y un abrazo enorme.

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  9. Licenciado: Pude apreciar en su post posterior que ya esta escribiendo nuevamente desde el sur del sur, bienvenido... Lo quiero invitar a que algun dia, quizas en sus proximas vacaciones, o quizas dentro de 20 años, escriba un post. Un post en el que suponga la hipotetica roptura del libre mercado, mediante una revolucion pasiva o por cualquier razon, no importa.. y entonces, que plantee un nuevo sistema, (si es que concidera la necesidad de estar cubiertos bajo el ala de un sistema)
    Un sistema que sin iportar cuan teorico y cuan "utopico" les parezca a muchos consiga un equilibrio.
    Confio plenamente en que su conocimiento sobree la mente humana y su capacidad de obserbacion y pensamiento, lo llevaran por buen camino..

    Con la esperanza de que este se convierta un desafio para ud mismo, y un desafio de aprendisaje para mi persona, y quizas para muchos mas, le mando un saludo y un gran abrazo..

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  10. No creo tener demasiado conocimiento sobre la mente humana ni tampoco demasiada capacidad de observación. Apenas me sirvo del modelo sistémico. No obstante acepto del desafío. ¡Abrazo!

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  11. La modernidad capitalista del libre mercado ya casi no tiene horizonte de referencia, su futuro visible se retrae a una velocidad inesperada, su posible supervivencia aparece bajo la forma de escenarios monstruosos marcados por militarizaciones, genocidios y destrucciones ambientales cuya magnitud no tiene precedentes en la historia humana.

    la victoria de la globalización llega en el mismo momento en que comienza su decadencia

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  12. Dicen que lo peor que te puede pasar en esta vida es quedarte sin enemigos. La victoria absoluta, vacía a cualquier sistema de la tensión necesaria para retroalimentarse con la información de los ataques de sus adversarios. De esta forma es que el sistema implosiona. Sucede en la política o en los trabajos. Donde la victoria sobre un enemigo histórico suele hundir en poco tiempo al flamante ganador.

    Saludos desde el sur del sur.

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  13. Yo soy Filosofo ateo.
    Yo no creo en la existencia del mal y el bien.
    Mediante la afirmación de:
    Dice el Tao que a la sabiduría se llega renunciando a ella, dejándola ir.
    Yo pienso que NO siempre, El deseo consciente, espanta lo deseado.
    Mediante la inexistencia del mal y el bien, que esta representa la confusión.
    Afirmo que el SABIO o SABIA es alguien que descubrió la necesidad y utilidad de ello que rechaza, siempre si este llega a ser consciente, porque en su inconsciencia este lograría estar dominado por ese acto.
    El mal y el bien es la fantasía egocéntrica que se presenta de frente a la realidad misma.
    Por ejemplo, una suposición. Una persona alcanza la sabiduría total gracias a la etiqueta es bien saber.
    El sabio total, será presa del aborrecimiento.
    Porque lo sabe todo!
    El exceso de sabiduría provoca daño.
    Por exceso de sabiduría surge el tonto.
    a saber que: Un sabio total no piensa porque lo sabe todo.
    en el no existen los puntos de vista.
    El sabio si es consciente de su acto, este llegará a dominar, controlar la depresión causada por el exceso de aborrecimiento.
    Gracias a ello, este comprenderá que la ignorancia es parte de la naturaleza misma y de si mismo.
    Porque la ignorancia nos provee una cavidad para el pensamiento, la ilusión, la esperanza, la felicidad.

    Por esa razón un sabio sabe que el exceso de sabiduría conduciría a la locura.
    De esa manera, nuestra naturaleza misma afirmaría que es mejor no saber todo.

    El sabio que alcanzó la sabiduría con la etiqueta bien ser sabio.
    Alcanzó la locura gracias a su confusión, en pensar que era bueno ser sabio. Sin ponerse a pensar que este le provocaría demasiado daño, de manera que pueda que la depresión acabe con el mismo.
    Quiero decir que si nosotros nos dejamos dominar por los términos mal y bien.
    esto significa que nunca lograremos saber a cerca de nosotros mismos.

    Yo pienso que Tao se equivoco, a la sabiduría no se llega abandonando la sabiduría misma.
    a esta se llega comprendiendo porque la estas abandonando.
    Porque abandonar algo sin comprender porque la estas abandonando no os vuelve sabio.

    Un sabio abandona la sabiduría, porque comprende la necesidad de la ignorancia.
    De la misma manera que comprende la necesidad de la ignorancia.
    De esa misma manera comprende que todo es necesario, según el medio que la justifique.
    Por esta razón un sabio esta en silencio.
    Saludês.

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