lunes, 6 de septiembre de 2010

De la locura a la cordura.

Viejos metodos de encuentro
que resisten firmes en embate
del frío progreso.

El siguiente texto es un mail de respuesta a la Lic.Virginia Modarelli, dentro de lo que a la vista de los resultados terminó siendo un productivo intercambio de ideas. Lo escrito por la Licenciada no lo voy a reproducir pues no cuento con su permiso (aclaro que tampoco se lo he pedido, pobrecilla... bastante la he jodido ya), de todas maneras podemos deducir lo dicho por a ella a través de mis respuestas. Para mayor claridad he añadido algunas frases entre comillas.







Estimada Virginia:

Me doy cuenta de que no respondes ese tipo de cosas (el amor todo lo puede y bla bla bla...), tus escritos están hechos con mucha seriedad, a veces mi estilo de escritura resulta algo aspero, espero no haberte ofendido.

El diagnóstico puede resultar en ocasiones más un obstáculo
que una ayuda a la hora de comprender la subjetividad de aquellos
a los que la sociedad suele llamar "pacientes".
Es interesante el termino "cosificación", yo lo he utilizado bastante, como analogía resulta áltamente práctico ya que explica con mucha claridad los patéticos intentos del mundo actual por objetivizar (cosificar), todo aquello que en realidad tiene un origen subjetivo. Esta objetivación, alienadora y mistificadora (que comunmente llamamos diagnóstico) genera una barrera entre aquel ser llamado el "paciente" y nosotros y lo que es peor, corta sesga y empobrece a la persona, creándole una barrera consigo mismo que le impide su reconstrucción personal, pues, a causa de la citada barrera, no cuenta con el pilar básico que supone la confianza en sus propias experiencias subjetivas.

Por otra parte, tengo que decir que quizá me hayas dado una respuesta inspiradora sin saberlo, de hecho ahora que leo lo dicho por ti, me doy cuenta de que puede que este puente (entre la locura y la cordura) se arme justamente mediante la construcción de una subjetividad interpersonal, subjetividad que le permita a la persona reconectarse con su propia y particular identidad, es decir descosificarse y así transitar el camino hacia la salud, a su manera, sin imposiciones teóricas. Para ello tendríamos que contar con herramientas psicológicas, filosóficas y epistemológicas específicas. El tao, por ejemplo, nos diría que para saber es importante tolerar no saber, es decir aquietar nuestra mente racional y consciente, permitiendo así que la contratransferencia nos de la información necesaria para los siguientes pasos.

Una fusión coherente entre el la filosofía del Tao y la capacidad para sentir lo contratransferencial puede ser un primer camino posible. Ahora... para ello sería necesario entender la importancia de la necesidad que aquel al que la sociedad llama terapeuta, se forme psicológica, filosófica y espiritualmente con el fin de conectarse con su inconsciente "en si", pudiendo así utilizarlo como disparador o "llave" interna de sus intervenciones.

El mejor de los hombres es semejante al agua,
La cual beneficia a todas las cosas, sin ser contenida por ninguna,
Fluye por lugares que otros desdeñan,
Donde se acerca más deprisa al Tao.


De todas maneras, conozco a muchos profesionales que desde mi punto de vista abusan de lo contratransferencial, diciendo permanentemente lo que "les sale", en otras palabras, divagando entre la pelotudez y la gilipollez. Es por esto que considero que al igual que con la utilización de psicotrópicos en rituales chamánicos, la contratransferencia, para que sea exitosa, necesitaría, creo, de un "marco", una estructura de tipo mental-legal que permita la contención y ritualización de las experiencias. Esa estructura de normas, cuya finalidad sería la de proteger y arropar la construcción intersubjetiva, sería análoga a al marco que necesita cualquier pintura o cuadro para ser considerado como tal. De paso esas estructuras, límites o leyes servirían como ladrillos de una nueva "cordura"  más saludable. Esta flamante cordura ya no sería el enemigo cosificador, alienador y mistificador del que me hablabas más arriba sino un amigo, aliado y compañero; acompañando a la persona en un vital proceso hacia la salud.

Bueno así, habríamos armado un barco donde las "velas" serían el "Tao-contratransferecia" y el "casco" un marco, cuerdo, legal y protector.
La subjetividad es como un viento:
sopla de manera impredecible y simpre
 nos lleva a misteriosos lugares.

Nos faltaría la brújula.

En este viaje necesitaríamos de alguna especie de mapa teórico-filosófico, cual brújula que nos dotará de una direccionalidad, en otras palabras, un "hacia". En ese sentido Sartre, Deleuze o Castaneda podrían ser valiosos faros a los que mirar, todos ellos, a su manera, buscadores incansables de la libertad, también está Bateson que tiene una de las mejores definiciones de salud que jamas escuché.... pero...

Pero bueno.. el tema sobre salud e insanía requeriría alargarme más de lo que creo mereces soportar... Disculpa la extensión, mi justificación es que solamente través de ciertos intercambios "me sale" crear, pensar y ordenar algunas de mis psicodélicas ideas.

A propósito, el 18 no podré... pero en algún momento me pasaré por alguno de esos talleres que hacéis.

Lo mismo digo.

Unai Rivas Campo, Nacionalista Vasco, Extranjero Universal, escribiendo desde el sur del sur.

2 comentarios:

  1. Unai muy interesante el tópico. De hecho cómo profesional y operaria dentro del ámbito de la sanidad podemos afirmar que las "curas" y los aciertos se dan desde el vínculo intersubjetivo, siedo éste reconocido y respetado como una necesidad para sacar ciertas , por no decir todas, las patologias adelante, y que dejen de ser un "piedra" que hay que sacar, sino una aspereza donde uno mismo tiene el poder de limarla.
    Respecto al comentario anterior, el cúal me es inevitable dejar pasar, creo Sr TONI, que el nivel con el cual se atreve a expresar su opinión es tan bajo, y tan carente de contenido REAL, que parece hasta ilusorio, sin dejar de ser patético, claro que no. Trate de no confundir la libertad de expresión, la posesión de conocimientos, la cultura y la simple opinión que en este caso pudo llegar a tener ud, con la lamentable falta de respeto.
    Algo que quizás le vendría bien incorporar en su discurso sería un poco mas de humildad y respeto , más alla de que concuerde o no con el pensamiento original, o los ideales de quién lo exprese.

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  2. Después de escuchar las sugerencias de varias personas a las que respeto, he tomado la decisión de eliminar el comentario de TONY, pues contenía alusiones personales poco respetuosas, caréntes de sentido y absolutamente alejadas del espíritu epistemofílico de este blog. Si la persona censurada quiere volver a publicar su comentario o cualquier otro es libre de hacerlo. Tiene mi palabra de que su post será respetado siempre y cuando cuide el lenguaje y no incluya alusiones personales de caracter irrespetuoso.
    PSA es un blog psicológico transgresor, no un patio de colegio.
    Un cordial saludo a todos.

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