martes, 24 de julio de 2012

Conocer a alguien.

Nunca pierdas la esperanza.
Riégala un poco todos los días.
Hay vida en otros planetas.
Ayer o antes de ayer (no sé) una persona me dijo: "Unai, vos nunca dejarás de ser psicólogo. Es lo que sos, parte de tu ser". Me quedé helado. Desnudo. Porque lo cierto es que cuando no ejerzo siempre trato de pasar inadvertido. Invisible. Supongo que desde mi infancia fue que comencé a tratar desesperadamente de ser normal. De que nadie "lo" notara. ¿Notar qué? Que era raro. Distinto. El objeto de burla de unos niños que se asustaban frente a mis extrañas reflexiones.

No puedo, no existen palabras para describir lo solo que me sentía. Dolía tanto que recuerdo que por las noches rezaba a Dios (si es que existía-pensaba-)  para que me ayudara a ser normal. A no decir o pensar cosas tan raras, a ser como los demás. Anhelaba aquello con toda mi alma.

Así es que con los años, casualidad mediante, me hice psicólogo. Aprendí mucho sobre el tema pues tuve la suerte de ser formado por los mejores. Los últimos maestros de un conocimiento extinto. Caprichos del destino, ya sé. Pero que honestamente agradezco. Porque me ayudaron a entender a esos "demás" a los que tanto envidiaba. Siempre tan lejanos para mí. Tan infinitamente distantes. 

Fueron muchos años de observarlos. Al principio todo fue cuestión de adaptación. Un proceso cuasi matemático de ensayo y error. Después, el conocimiento me ayudo a comprender sus debilidades. A manipularlos. Sin embargo, pronto me di cuenta de que el control, el manejo, o lo que fuera no era la auténtica respuesta. De que la verdadera belleza del vivir se encontraba en el vivir mismo. En dejarse atravesar. Fue de tal modo que aprendí a conocer a las personas. A permitirme ser tocado por sus vidas. A dejar que sus historias me pasen. A entender que nadie en el fondo es tan distinto. A existir. Y por supuesto... a enamorarme.

¿Conocer al alguien? Si. ¿Y de qué coño se trata eso?

Conocer a alguien es sin duda conocerse a uno mismo. Religarse con el mundo a través de los ojos de los demás. Querer. Aprender que hay cosas que van más allá de los descartes o segmentos de la fría conciencia. Porque amar nos obliga a ir más allá. Y es que todo, todo, nos dice algo. Algo acerca de nosotros. Acerca de ti.

Acerca de mí.


Escribiendo desde el sur del sur.

Unai.



4 comentarios:

  1. Hablas tanto sobre metáforas y leyes cibernéticas.. y ahora dices "capricho del destino" “casualidad mediante”?? jaja paradójico..

    Indudablemente el ser psicólogo ya forma parte de vos, de tu ser.. Es algo que no puedes evitar ni negar.. Es como quien lee un libro, no puede negar que lo leyó, por el simple hecho de que (aunque el no lo crea) ese libro, lo cambio.. Le hizo ver cosas que quizás antes no veía, le hizo reflexionar de forma diferente sobre algo.. etc.. Ese libro ya forma parte de el, lo quiera o no..
    Es al pedo que intentes disimular algo Unai, primero, porque no será real, y segundo porque que tu profesión te halla cambiado, no significa que dejaste de ser tu..
    Además, es como si escaparas de lo que sos, y cuanto más niegas o te escapas de algo, más encima de vos estara..

    Abrazo grande

    ResponderEliminar
  2. Es duro sentirte diferente, asusta a los demás y muchas veces lo confunden con enfermedad, delirio y nada mas "práctico" que negarte, anularte... de la forma que cada uno sepa y pueda hacerlo, sin tener en cuenta que interrelacionandonos con la diversidad, nos enriquecemos , crecemos y nos nutrimos, y como vos decís nos damos cuenta que todos tenemos algo en común, en diferente medida,algo que se llama humanidad, nada mas hermoso.
    Gracias!
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. leyendo el libro " El conocimiento silencioso de Carlos castaneda ", en un párrafo don Juan le dice a su discipulo que todo lo que vemos en los demás, lo que nos agrada y lo que nos disgusta es un reflejo de nosotros mismos...ver en el otro nuestras oscuridades o nuestras luces nos hace comprender mas como somos y saber de algún modo que todos tenemos cosas en común y un camino por transitar que nos permite experimementar y crecer. Gracias Unai!

    ResponderEliminar
  4. Que bueno que Dios no te escuchó y te dejó ser,Unai.Ser para ser quien eres hoy,y seguir siendo,para ayudar a ser.Gracias por tanto.Abrazo!

    ResponderEliminar