Un sistema omnipotente te captura. Te promete que escaparás de todo, de ti. Pero te engaña, te entierra. Y te deja pudrir bajo las entrañas de lo que fuiste. |
Eso es lo que hizo Bateson.
En "La cibernética del self: una teoria sobre el alcoholismo", Bateson escribe respetando a los primeros que le encontraron la vuelta al problema del alcoholismo: Alcohólicos Anónimos. Desde ya que esta es una lectura obligada. Si eres psicólogo y no lo has leído, haz lo que quieras con tu vida. Pero por favor no te acerques a ningún adicto. Bastante se cagan la vida ya ellos solitos. Mejor no los hundas más. Es una cuestión moral, no técnica.
En fin, paso a resumirlo mezclando algunas de mis ideas.
La cibernética del self postula que la adicción es un sistema. Algo vivo. Como un virus. No lo dice exactamente así pero si lees a Bateson en su totalidad esto es algo que se infiere de manera natural. De esta forma, la persona atrapada por ese sistema, opta por creer que su alcoholismo, su adicción, es algo que puede ser controlado. Algo CONTRA lo que es capaz de ganar. O sea, se siente omnipotente. Se comió todas esas patrañas de la fuerza de voluntad y demás mierdas por el estilo. Y claro, si se esfuerza se cansa. Tarde o temprano, antes o después. Pero se cansa. Y cae. O cree caer. Porque en realidad ya cayó mucho antes. Lo hizo cuando creyó a pies juntillas en su omnipotencia. En el yo voy a poder. No solo con la droga, sino con la vida. Una vida que se torna naturalmente insoportable de vivir. Es la crónica de una muerte anunciada. La derrota del soberbio. Un partido de fútbol a priori mal planteado. Imposible de ganar.
Por desgracia esto no termina ahí. No. Hay más. La caída trae culpa. Porque si todo se puede y no se pudo es porque no se quiso. Y si no se quiso es por egoísmo. Por maldad. Vamos, culpa, culpa y más culpa. Y cómo no, la culpa conlleva un castigo y ese castigo a su vez conlleva más consumo. Más infierno. Más castigo. Porque el castigo tapa el dolor. Se entra entonces en una espiral de inagotable autodestrucción. Eso sí, entre medio suele haber huecos. Instantes donde la pelota se detiene. Oportunidades. Caricias de Dios. Sin embargo rara vez se suelen aprovechar. La culpa duele demasiado y la adicción vuelve a proponer una salida omnipotente. Una agónica huida hacia la luz. Rápida. Lo suficientemente rápida como para correr más que el dolor. Con esfuerzo. Porque para ir a velocidad máxima se requiere esfuerzo. Mucho esfuerzo. Lo importante es salir como sea. Estar con la gente más sana. Abrazarse a ellos. Engañarse un rato. Cegarse hasta que los ojos ardan de tanta luz.
Salirse de uno mismo.
Porque finalmente de eso se trata la adicción. De evitar el dolor de la propia verdad. Con el tiempo esto se perfecciona. Es sencillo. Al principio se controla la droga, o el juego, o lo que sea. El control, ya se sabe, anestesia. Pues cuando controlas te sientes dios. Es decir omnipotente. Durante ese tiempo no se siente nada. Y mucho menos el dolor de la verdad. Me refiero a la verdad que importa. Esa que vive adentro de todos nosotros. La que escuece entre las vísceras del alma. Pero bueno, eso es solo al principio. Porque llega un momento en que controlar droga o juego deja de ser suficiente. Se comienzan a controlar otras cosas. Cada vez más y más. Hasta el punto de controlar seres humanos. Que se usarán como tachos de basura donde depositar las culpas que no toleramos, serán piezas que manipular. Cosas. Solo eso. ¿Para qué? La respuesta es terríblemente sencilla: a más se usa a otro ser humano, más se lo deshumanizará y por reflejo más se deshumanizará el deshumanizador. Otro círculo vicioso. El plan perfecto para no sentir. Todo será ego. Las palabras perderán sentido. Hasta que nadie importe. Ni siquiera uno mismo. Sobre todo uno mismo. Y sin embargo algo olerá siempre a podrido en Dinamarca. Será la angustia. El olor a basura de tanta pena encerrada. Residuos de un amor inocente. De un niño que se pudre atrapado en el cuerpo de un hijo de puta. Quemándose vivo en un averno interior. Gritando lágrimas mudas. Anhelando ser rescatado.
Y a veces, quien sabe cómo, ese recate llega.
Tocar fondo lo llaman.
En términos técnicos sucede cuando la omnipotencia se quiebra. Se está tan en el fondo, tan derrotado, que mentirse resulta imposible. Ya está, hasta aquí llegamos. Punto. Eso se piensa. O más bien se siente. Se vive con y desde todo el cuerpo. Tocar fondo lo llaman.
Ese es el paso uno de alcohólicos anónimos: rendirse. Reconocer que la adicción es más fuerte que uno. Y es que la adicción es un adversario al que solo se le gana no jugando. Por supuesto que la omnipotencia aún debe ser sometida. Amansada. Con esa rendición primaria no basta. No. Se necesita de un poder superior. Del paso dos. O sea se necesita aceptar a Dios. Como sea. Eso da igual. Pero hay que aceptarlo. Rendir la omnipotencia ante él. Todos los días, solo por hoy.
Creo que es por eso que los viejos miembros de A.A. me provocan tanta paz. Hay que estar ahí. Verlos de cerca. No son humanos ordinarios. Tienen algo. La sobriedad es más que estar sobrio, requiere de un estado de conciencia distinto. Quizás, sin saberlo, se han trasformado en maestros zen. Rinzai zen. De esos iluminados que, siéndolo de verdad, se miran todos los días al espejo repitiéndose a sí mismos "no te dejes engañar". Viviendo el presente. Sin dormirse en los laureles de su budeidad.
He trabajado muchos años en esto y nunca me termina de sorprender la enorme sensibilidad espiritual que emerge alrededor de la adicción. En un tiempo creí volverme loco. Sombras oscuras, extrañas casualidades y voces del más allá son moneda común. Al principio, como dije, asusta. Después te acostumbras. Yo, que muy a mi pesar soy psicólogo, paso por estos asuntos de lado. Trato en lo posible de no tocarlos. Los observo y poco más. No me corresponde juzgarlos. Que se encarguen los curas o los pastores de turno. Es su tema. Me da igual. Pero sé que están. No me hago el boludo.
Por supuesto hay más cosas. Está la familia. Siempre hay una historia atrás. El secreto familiar, la culpa derivada de dicho secreto, abusos sexuales etc. Cosas así. Después todo eso se arroja. Provocando un ping-pong infernal de culpas derivado de las culpas provocadas por el secreto original. Y entre tanto todos ladrándose. Ladrando para no escucharse. Igual no voy a decir mucho más. De familias tampoco hablé nunca demasiado y se supone que soy terapeuta familiar. Así es que lo dejaré para otro día. Solo añadir que la adicción es un sistema que se alimenta no solo de toda una familia, sino de la sociedad completa. Porque todo lo que es, es metáfora. Y cada adicto que camina es un poema que se arrastra sobre su época. En fin, dejémoslo. Ya fue.¨Volvamos entonces a los A.A. Más concretamente a su sección para familiares llamada AL-ANON. Ellos tienen pasos muy similares a los A.A. Solo que como no se drogan, la rendición viene a pasar por otro lado. Asumir la derrota en querer cambiar al otro. Dejar de ladrar. Pues nadie salva a nadie. Es triste escucharlo, lo sé. Mas en dicha tristeza encontramos lo más auténtico en nosotros. Al rendirnos encontramos que el dolor del otro nos duele. Y que nos duele por amor. Pues al fin y al cabo, amar, es lo único que podemos hacer por aquellas personas a las que queremos. De hecho, quizás eso sea lo único que importa.
Y finalmente está la libertad. Y sí, la libertad. ¿No es la adicción una esclavitud? Obvio. Lo es. Entonces nadie elige ser adicto. Los grilletes elegidos dejan de ser grilletes y pasan a ser pulseras. La adicción no es un vicio. No es una moda para artistas cool. Nadie decide irse alegremente al infierno. Menos por moda.
Pero sí se puede elegir intentar salir de la adicción. Todos los días. Solo por hoy. Ahí justamente se encuentra la cura, el camino, la esperanza. Bueno, ya sé, suena ñoño. A libro de autoayuda pedorro, me doy cuenta. Incluso me hago cargo de que lo que aquí propongo va más lejos de los pretendido por los A.A. Sí. Y aún así no miento. De la adicción se sale. Lo he visto.
Lo sé.
Me hago cargo.
Escribiendo desde el sur del sur.
Lic. Unai Rivas Campo.
Dedicado a la otra A.A. Gracias por cagarme la noche. Gracias por salvarme la vida.
Soy adicta, aunque hace muchos años que dejé de consumir adicciones ilegales... no me creí omnipotente, nada de control, me daba igual sólo quería morir sin apretar el gatillo... En algún sitio con muchas manos y más corazones me alimentaron el gusto por la vida, ahí vino más culpa, no sabía el porqué de ese gusto... hoy aún no lo sé, pero suelo tenerlo y cuando no lo tengo, no viene la droga (ya me programaron) pero vuelve a venir la culpa... La culpa es la omnipotente, lo demás, utopías que sirven para tener un sentido de lucha... intentando no herirte ni herir demasiado a los demás... Pero yo no soy experta, sólo una buena corredora a la que le enseñaron a caminar despacio... a veces, hasta siento que la vida se me escapa, eso, dicen, es bueno, eso dicen... yo no sé, no sé... pero se sale, eso sí lo sé... aunque sea por el agujero de una aguja, con menos huesos y menos carne... y menos neuronas, también dicen, puede ser... pero se sale. Un beso Unai. (Carmen)
ResponderEliminarAunque parezcan palabras de una canción, solo el amor,el silencio y el intentar ponerse en los zapatos del otro puedan ayudar. El infierno es una sombra que camina permanentemente con una, un cúmulo de palabras hablándote al oído sin pausa, solamente se pueden evitar con algo,con pastillas o con lo que cuentes y por un rato todo parece aquietarse, la adicción no se elige, (ni te das cuenta que es una adicción hasta que eso con lo que contas no lo tenes y crees volverte loca) es algo que crees que va a callar ese ronroneo que mata. Poder ir al fondo y entregarte, soltarte, dejarte caer, es el camino que tal vez te permitan, dejar de sobrevivir para pasar a vivir y sentir una bocanada de aire que llenan tus pulmones. Seguramente es un elegir, una decisión...lo escuché tantas veces como tantas otras deseo lograrlo, humildemente, por un instante, tal vez por un día. Cuando te entienden, cuando te dan la mano, se hace presente Dios por un momento.
ResponderEliminarGracias y beso
R.L
Hola soy Pseudodionisio filósofo por vocación, aprovecho este espacio para contarles mi experiencia de que sí se sale de la adicción a las drogas en mi caso fue gracias a un libro, o el alcohol como comentan, pero a veces se termina cambiando un objeto por otro creo, adictivos somos todos en mayor o en menor medida todo está en encontrar la forma de sacarlo a tiempo antes de caer en el vicio, la palabra adicción significa que no hay diccion, que está imposibilitado para hablar eso estaba en mi seno familiar nunca había diálogo, y como no me gustaba la realidad en la que vivia y no sabía como transformarla fue que a los 18 pude empezar a estar en la calle sin que me digan nada cuando volvia a los 2 o 3 días, buscaba toda droga que encontraba para escapar de esa realidad, menos aguja, probé todo cuanto estaba en el mercado. Me busqué un trabajo mal pago de esos que necesitas ponerle sólo el cuerpo donde no es necesario pensar mucho. Un mono ambiente barato, donde el dueño era de una moral impresentable con cara de pedófilo y no le importaba mucho lo que pudiera hacer su inquilino. Lo que me quedaba era para consumo diario. Es así como dice Carmen, querés morir pero no te animas a hacerlo de una así que lo haces de a poco. Transité por el infierno varios años, no me quedó nada por hacer para demostrar lo hijo de puta que puedo ser, o lo bajo que puedo caer: consumo desmedido, tratar a las personas como objetos sólo para mi satisfacción y placer personal sin hacer distinción de género, disfrutar del maltrato y usar la violencia como medio, ver al otro como un pedazo de carne muerta, ojos vacíos donde no hay nada para encontrar, robar para adornar, hasta prohibi vida, esperaba el franco en el laburo para pasar todo el día encerrado entre esas cuatro paredes y darle pase que pase, mientras siempre caía uno que venía a compartir el vicio y me creía que era mi amigo.
ResponderEliminarEn ese momento lo vivía como algo normal, no me creía omnipotente, es más quería desaparecer. Y así seguí hasta que un día leí un libro de Henry Miller (´Trópico de Cancer) y me vi, me vi en ese libro, era el protagonista y me di asco, me dieron nauseas me dolía el estómago, la peste ya había consumido mi cuerpo, me brotaba por los poros. Fue entonces cuando empecé a leer, me atrajo la literatura más y más, buscaba historias de vida para leer, ver que había más gente en mi situación y otra que la tenía peor, empecé a rodearme de otra gente, me anotaba en una carrera después en otra la dejaba y en otra, después de 7 años de busqueda de mi mismo me empecé a querer, a conocerme y descubrir que tenía sueños y aprendí a dejar el miedo de lado, fui mochilero recorrí y conocí otros lugares de la vida, subí cerros a pie, comenzé el ascenso de mi alma desde el infierno, creo que es así como empezas a caminar con los pies en la tierra y darte cuenta que vos podés, podés hablar sin miedo a que el otro deje de amarte, a quedarte solo, saberte que estas solo en esta vida y que si sos sincero con vos mimso y te querés de verdad es difícil que la vida te vuelva a tirar y no seas capaz de levantarte, por ahi siempre vas a necestiar que alguien te de una mano, pero el universo se ocupa de eso. Descubrí la filosofía y me di cuenta que puedo volar y evadirme de la realidad cuando lo necesito, pero cuando vuelvo a poner los pies sobre la tierra lo hago con otra mirada, no vuelvo vacío con los ojos huecos, vuelvo lleno de energía para vivir cada precioso instante como único. Y sí, puede ser que una vez que te metes en el fango y te revolcás sobre la mierda purificas tu alma y la dejas más liviana para creer en algo más allá de vos que tiene una belleza, como todo cuanto existe, lo cual no deja de ser peligroso a veces, pero si te dejas admirar por las bellas estructuras de todo cuanto hay a tu alrededor tu mirada cambia y no te sabes solo. Hay todo un UNIVERSO esperando ser descubierto. Sos el único responsable de tu vida (hasta que sos padre pero ese es otro rollo) nadie tiene la verdad, la receta única del éxito, no queda otra que vivir, probar y equivocarse y cuantas más veces te equivocas, más oportunidades te da la vida de seguir aprendiendo con humildad y agradecido de que no te mataste en vida. Ahora soy filósofo por vocación y profesor para transmitir mi experiencia de vida, esposo de una buena mujer que me acepta como soy con mis locuras y me hace y deja hablar, de dos hermosos hijos. Soy un buscador empedernido (que busco no sé, eso que llamamos Dios, Sabiduría, Amor, Paz interior, Estado Zen, o tan sólo saberme que soy Libre y eligo a conciencia cada instante como vivirlo y estar en paz aunque me equivoque) que vivo en agonía constante existencial pero aprendí a vivir con ella. Me convertí en un enamorado de la vida, enamorado de las personas bellas con un interior rico para brindar sin distinción de sexo. Ama y haz lo que quieras. El tema es aprender a amar y dejarse, eso se lo dejo a cada uno de uds...abrazo. Pseudodionisio.
ResponderEliminarHola pseudodionisio, estar en la oscuridad es tremendo, sentirte solo y mala persona, es vivir en en el infierno...se que buscar la salida es una responsabilidad, es una elección, querer cambiar, un camino para transitar, todos los días intentarlo es salir a la luz. Quiero creer que se puede comenzar empujándose a salir, quiero pensar que en algún momento uno se puede enganchar con la vida. Por ahora estoy queriendo, lo estoy intentando,con mucho miedo...espero sentir nuevamente la vida, respirar y sentir el aire que expande los pulmones.
ResponderEliminarVolver a creer
Hola respeto mucho el comentario de Carmen y Rocio, mis palabras no pretenden enseñar nada ni dar la receta para una salida rápida. Me permití contar mi experiencia, es la primera vez que la pongo en palabras, y la escritura me fue llevando.
ResponderEliminarPido disculpas si sono pedante o altruista, no fue mi intención.
No te conozco, pero te veo en tus palabras, y me alegra el corazón que digas que lo estas intentando aunque sea con miedo.
Acá nos encontramos, dos almas, con una experiencia de vida que se choca en algún punto de nuestros caminos, este encuentro fugaz, si lo aprovechamos y somos concientes de el, nos dejará una huella en nuestras almas, sino será un comentario más que no me gustó o sí en un blog de mierda o buenísimo.
Me llevó tiempo abrir el corazón, y día por medio pienso que sigo en el mismo infierno pero tan sólo con otro decorado. Y ahora entiendo que los verdaderos cambios, los profundos, sólo se dan cuando nos aceptamos, dejamos de lado la culpa, y nos reconocemos en los pensamientos más oscuros y desagradables de nuestra persona. Les hago frente a diario, los acorralo, los atrapo y los largo. Nuestra mente es muy poderosa tanto que me da miedo, me propuse investigarla, saber que es vivir para los otros y para mí. Adiestrando la mente le das herramientas al alma para que se exprese sin lastimarte.
Mi vida es constante sufrimiento, pero gracias a la memoria, me quedan los recuerdos fugaces de alegría, y vuelvo a ellos cada vez que el miedo aparece.
Yo creo en vos, si lo buscas, lo vas a encontrar tu momento. Te deseo que no bajes los brazos y empieces a sentir que hay una conexión última en la vida, en que todos estamos conectados, y hoy yo estoy acá, por vos. Tomandome unos minutos de mi vida para hablarte, para abrir mi corazón al tuyo. Y decirte que no estas sóla, te veo en tus palabras, miro tu belleza con lo bueno y lo malo que hay en tí. Estas viva lo quieras o no
Abrazo,
Pseudodionisio.
Hola Pseudodionisio, me emociona mucho lo que escribís, siento que tenes mucha sensibilidad. Nunca sentí que lo que escribiste fuera pedante o altruista, lo sentí impregnado de vida, de sinceridad, perder el miedo es muy fuerte...vivenciar la soledad es conectarte con tu alma, eso es lo que intento vivir cuando experimento esa
ResponderEliminaremoción, saber que existo aunque este sola. Aprender a amar es correr el riesgo a no serlo, a ser rechazado o abandonado, pero poder sentir amor es llegar a la cima de la montaña. No puedo dejar de sentir miedo... pero lo estoy enfrentando.
Este espacio es mágico, gracias por compartir tu experiencia de vida. Siempre digo que somos perlas atravesados por el hilo de la vida, pero que pertenecemos al mismo collar.
Siento que en algún lugar somos uno atravesando vivencias para humanizarnos.
Gracias infinitas
Abrazo
Rocío Laguna
Hola Pseudodionisio, me emociona mucho lo que escribís, siento que tenes mucha sensibilidad. Nunca sentí que lo que escribiste fuera pedante o altruista, lo sentí impregnado de vida, de sinceridad, perder el miedo es muy fuerte...vivenciar la soledad es conectarte con tu alma, eso es lo que intento vivir cuando experimento esa
ResponderEliminaremoción, saber que existo aunque este sola. Aprender a amar es correr el riesgo a no serlo, a ser rechazado o abandonado, pero poder sentir amor es llegar a la cima de la montaña. No puedo dejar de sentir miedo... pero lo estoy enfrentando.
Este espacio es mágico, gracias por compartir tu experiencia de vida. Siempre digo que somos perlas atravesados por el hilo de la vida, pero que pertenecemos al mismo collar.
Siento que en algún lugar somos uno atravesando vivencias para humanizarnos.
Gracias infinitas
Abrazo
Rocío Laguna
Gracias! tambièn a tì Rocìo por compartir tu sentir conmigo
EliminarAbrazo
pseudodionisio