A simple vista estos son hechos que se repiten (2001-2010). Sin embargo este es un caso diferente. |
Tras los asesinatos de Darío Kosteki y Maxi Santillán en 2002, el Estado Argentino tomo la decisión política de no reprimir la protesta social. De esta forma, sin intervención policial alguna, grupos de gremialistas y barra bravas (el equivalente a los "Ultras" del fútbol Europeo) contrarios al corte de vías, enfrentaron a los manifestantes. El resultado fue varios heridos y la muerte de un joven militante del P.O.
Las siguientes líneas son producto de algunas reflexiones al respecto.
Trataré de armar un modelo sistémico de análisis de la realidad sociopsicológica mundial y tras ello intentaré reentender las causas de la terrible muerte de este joven a través del citado modelo.
LO PÚBLICO, LO PRIVADO Y LO PRIVATIZADO.
Este gráfico actuará como una guía para tratar de facilitar a los lectores la visión de la realidad mundial actual que pretendo transmitir. |
LO PÚBLICO:
Su dimensión subjetiva:
Lo público es lo común, lo compartido, aquello que nos une y hermana. Un espacio de encuentro con nosotros mismos a través del encuentro con aquellos llamados otros. Como decía Aristóteles, el ser humano es un animal social y por ello necesita de la identificación con los demás para poder vivir. Desde la propia lactancia los seres humanos construyen relaciones públicas pues sin ellas, un desarrollo psíquico interno se tornaría absolutamente inviable. Podemos concluir entonces que la capacidad de vincularse socialmente es inmanente a la salud humana.
Los valores, el arte, la identidad nacional y todo lo considerado popular pertenecen también a la dimensión subjetiva de lo público. A mayor y más fuerte sea la identidad cultural de un pueblo más nos podremos enriquecer con ella. Es por esto que los pueblos deben tener también sus límites, permitiendo así la existencia de otras identidades públicas humanas, haciendo de este mundo un lugar más diverso y saludable.
La cultura del respeto, más allá de las diferencias ideológicas. Un refrescante viento de esperanza. |
Su dimensión objetiva:
En términos objetivos, público es aquello que nos pertenece y protege a todos, la estructura moderna que, hoy por hoy, mejor lo expresa es sin duda el Estado. En él esta contenido y protegido todo aquello que nos une y hermana. La seguridad interna y externa, el cuidado del bienestar de sus miembros, así como la administración de los recursos de todos, deben ser protegidos por cualquier estado que se quiera decir a si mismo saludable. De esta forma la dimensión subjetiva de lo público sería la pintura y el estado objetivo actuaría como marco. Es por esto que las naciones sin estado o con un estado debilitado, están en permanente peligro de desaparición, pues sin la citada estructura protectora resultan vulnerables a cualquier ataque, interno o externo.
Finalmente plantear que a mi humilde juicio, las críticas que históricamente se le han hecho al estado hoy resultan virtudes. Y es que si el estado mata, censura o roba siempre vamos a saber a quien quejarnos, contra quien reclamar, a que grupo de gente dejaremos de votar, o enjuiciar. En otras palabras, tendremos caras visibles a las que responsabilizar.
Esto no sucede con la corrupción, la crueldad o la censura de los grupos corporativos privados donde el control ciudadano resulta ínfimo en comparación con el de cualquier estructura pública. Los aberrantes crímenes de empresas contratistas en oriente medio, todos ellos impunes, así como la gran estafa del sistema financiero privado mundial, son prueba irrefutable de lo que digo.
LO PRIVADO:
Dimensión Subjetiva:
La dimensión subjetiva de lo privado hace referencia a nuestro más íntimo universo, a aquel mundo interior que solamente nos pertenece a nosotros mismos, de aquellas vivencias que cual secreto jardín actúan como refugio, descanso y espacio de renovación.
Nuestro mundo interior. Templo sagrado construido para descanso de nuestra psique (alma). |
La dimensión objetiva de lo privado:
En términos objetivos el constructo social que mejor define lo privado es del derecho a la propiedad material
personal.
Hay casi tantas teorías económicas como economistas. Supongo que es por eso que aún no entiendo porque hablan con tanta prepotencia. Parecen psicólogos |
LO PRIVATIZADO:
Aquí es donde empiezan los problemas,
Les pido que vuelvan a revisar el dibujo del principio... ese verde y azul tan feo que hice ( que queréis... soy psicólogo joder, no diseñador).
Lo privatizado es una enfemedad sistémica de la relación público-privado. |
Lo privatizado hace referencia a una nueva realidad sistémica e ínter subjetiva donde los límites que separaban a estas dos dimensiones humanas, pública y privada, han sido rotos. La culpable principal de esta ruptura es la mente sesgada del cuerpo y sus valores omnipotentes. Esos que no sienten y que menos aún toleran limitación alguna. De todas formas no me quiero extender demasiado en el origen del fenómeno que yo denomino "lo privatizado" pues considero que ya quedó debidamente explicado en el post "mente omnipotencia y mente sesgada" (si estáis aburridos y os queréis aburrir aún más no dudéis en leerlo jajaja). De esta forma dedicaré las próximas líneas de este escrito a mostrar como "lo privatizado" está corrompiendo poco a poco todas las realidades humanas descritas anteriormente.
LO PÚBLICO PRIVATIZADO.
Vivimos en un mundo sumido en una economía de mercado que ejerce una constante presión sobre todo lo estatal. Exigiendo abiertamente la entrega de las posesiones de todos a manos de entidades privadas. Hasta aquí estaríamos hablando de la privatización clásica, esa que la Argentina padeció en el noventa y que en Europa lentamente está comenzando a escocer. Así, queda bastante claro que entregar los intereses de todos a sectores privados con la excusa de abaratar costos y eliminar la corrupción, es desconocer el hecho de que los mayores robos de la historia mundial no se han cometido por los estados sino por intereses privados, a veces tengo la sensación de que la famosa mano invisible hubiera sido cortada hace ya mucho tiempo en un país árabe. Pero no contentos con este saqueo, a los hoy por hoy "pequeños" Estados, achicados tras tanta entrega, se los exige salvar a las entidades privadas de su propio megadesastre. ¿Cuantas estupideces más tendremos que escuchar, cuantas negligencias, cuantos saqueos... hasta que nos demos cuenta de que siempre será mucho más difícil controlar nuestros bienes si son gestionados por grupos alejados del interés común? ¿O es que si un grupo privado usurpa nuestras jubilaciones y se declara en quiebra vamos a tener a quien reclamar? Esta desmembración del estado, causante de miles de desempleados, subempleados, de empleados precarios, de hombres y mujeres temerosos de ser despedidos, en otras palabras, de pobres, fue la cuna en la que el joven Mariano Ferreyra se crió.
No confundir la noble protesta social con la protesta social privatizada. |
Esto poco y nada tiene que ver con las dignas luchas populares de otras épocas, donde los que se movilizaban sabían que tenían frente a ellos a un enemigo tangible, enemigo justo o inmoral que les exigía de un enorme valor y que llenaba sus luchas de dignidad.
Los Trabajadores perjudicados por la protesta privatizada. |
¿Pero como podemos entender la aberrante muerte de este chico? Personalmente considero que también la podemos explicar mediante el ya citado modelo, pues al ausentarse el estado como monopolizador de la defensa de lo público, la a veces tan mal entendida represión se privatiza y termina siendo ejercida por grupos con sus propios intereses, ajenos a todo control estatal, los "represores privatizados" en este caso fueron los gremialistas y barra bravas (ultras) que defendieron sin muchos escrúpulos su propio negociado. Una vergüenza.
Entonces, ¿Cual sería la responsabilidad del estado en esta muerte? A mi juicio Mariano Ferreyra murió por ausencia. Por ausencia de un Estado protector de lo público, de un Estado presente que se la hubiera jugado con una respuesta adecuada, deteniendo a los implicados por impedir el funcionamiento de lo comunitario, aplicando una respuesta coherente y ajustada a la ley frente a aquellos que pretenden privatizar lo público, adueñándose de derechos que no les corresponden.
Llamar represores a estos cobardes seres del infierno es un insulto a la palabra represión. |
De todas maneras... ¿Y si Mariano Ferreyra hubiera muerto a manos de una represión Estatal Pública negligente? La respuesta es más simple de lo que parece: Política o penalmente el estado hubiera tenido que responder por sus actos. Dos represiones Estatales negligentes supusieron la caída de los ex presidentes Fernando De la Rúa y Eduardo Duhalde. Y es que cuando la represión entendida como derecho del Estado se privatiza a manos de ineptos y salvajes, tarde o temprano los muertos aparecerán pero sin ningún estado o mandatarios a los que juzgar. Uno o dos idiotas terminan siendo detenidos y con suerte condenados.. Mientras tanto nos termina quedando una extraña sensación de vacío mezclada con tomadura de pelo.
Así el virus de lo privatizado pervierte el alma de lo público, favoreciendo oscuros intereses ajenos al bienestar y la felicidad de sus ciudadanos.
LO PRIVADO PRIVATIZADO:
Jugando a la ruleta con el esfuerzo de nuestro trabajo. Privatizando la propiedad privada |
¿Que paradoja no? Esto no lo hicieron ni Lenin ni Fidel sino Bush y Cavallo. No hay duda de que grupos de extrema izquierda como el P.O. encontraron y encuentran una enorme legitimidad en tal escenario Nacional y mundial.
¿Como se privatiza lo subjetivo? Para responder a esta pregunta solo tenemos que fijarnos en el Barra brava (ultra) acusado del crimen, ese que aparece bailando en un vídeo publicado en su Facebook, mostrándonos su vida íntima y dándonos en línea sus impresiones sobre el caso. Las redes sociales nos permiten a todos cumplir con nuestra fantasía de ser "famosos" ¿y que es un famoso sino alguien que se publicita y por tanto un producto? Hace un tiempo asistí con la nariz tapada a un seminario llamado "no son personas, son consumidores", hoy gracias a las redes sociales pronto crearán uno que se llame "no son personas, son productos".
El peligro de cosificar nuestra sagrada intimidad. |
A Mariano Ferreyra no lo mató ningún gobierno, eso hubiera sido un estremecedoramente terrible mal menor. Por desgracia lo mató aquello que nos está, más o menos lentamente, quitándonos la vida a todos nosotros, esa "nada" oscura y venenosa a la que he tratado de llamar, con el objeto de sacarla de su impune invisibilidad, "lo privatizado". "Nada" que contamina todos los planos de la realidad humana, que a mi juicio tiene características sistémicas, que quiere crecer, que aprende y se defiende, es decir que existe "en sí".
Ahora que cada vez resulta más visible ante nuestros ojos, nos toca empezar a pensar en como combatirla.
Pero será otra noche...
Melancólicos y sin embargo tenazmente esperanzados saludos desde el sur del sur
Lic. Unai Rivas Campo.
Necesitamos socializar para mantener nuestra mente sana,.....PERO NO HEMOS APRENDIDO A HACERLO ó......HACE MILES DE AÑOS QUE OLVIDAMOS COMO SE HACIA........
ResponderEliminarUnai, está bueno tu artículo... Una cosa me gustaría agregar: los "militantes" sindicales responsables de la muerte de Mariano Ferreyra son violentos apañados por alianzas políticas antiguas y también por el gobierno actual. ¿Hasta dónde se va a castigar la cadena de responsabilidades si es que se hace una investigación seria del asunto? Adiviná...
ResponderEliminarEmpiezo diciendo que voy a quedarme con un recorte de tu relato para intentar, supongo que sin éxito, decirte con cierta profundidad qué pienso o en qué plano me paro yo respecto de la idea que desarrollás en tu texto. Por supuesto te haré además preguntas que surgen inevitablemente de la lectura. Quiero aclararte que fui y vine varias veces en el texto porque está claro que cruzaste distintas variables para entender, fundamentar y argumentar tu postura respecto de un hecho. Puede ocurrir, por lo tanto, que algunas se me escapen y otras, o no hayan sido lo suficientemente entendidas o las tome como no dichas, habiendo sido dichas. Tené presente que mi formación transita otros rumbos y lamentablemente, o por suerte, me quedan infinitas cosas por saber de algunas disciplinas así que hay terrenos en los que no hago del todo pie… (Pido disculpas si se traslucen errores conceptuales groseros…) Bueno, ya me atajé por las dudas… ahora avanzo tranquila.. je!
ResponderEliminarYo distinguiría lo público como producto del estado, de lo social como producto de la socialización. Y lo privatizado como instrumento de mercado de lo privado como contienda subjetiva que dibuja la intimidad.
Todos sabemos cómo ha sido la historia de nuestro país, de cuánto ha padecido gobiernos dictatoriales, gobiernos neo liberales, gobiernos apáticos y en un plano opuesto, gobiernos llamados populistas (yo preferiría calificarlos como populares); gobiernos progresistas, entre otros…
Hay algo que se vincula a la sociedad en sí y que por supuesto no puede leerse sin tener en cuenta esa construcción política que ha configurado de algún modo a esta sociedad en su conjunto pero también viceversa… es decir, esa relación dialéctica que no subsume a la sociedad o mejor aún a cada uno de los sujetos que la conforman a ser meros resultados del contexto de representación política, social, económica, histórica; sino que también los ubica en un sitio de transformación o reproducción de lo instituido.
La sociedad argentina está definida por muchas formas de sociedades diferentes que en algunos casos convergen en una representación común pero en muchos otros casos no desembocan en ninguna matriz de pensamiento unificador.
ResponderEliminarVoy a mezclar un poco lo que está escrito en el texto que te mandé (espero lo hayas podido leer).
Entiendo que nuestra sociedad está configurada en principio, y para hacerlo más sencillo de explicar por tres sectores sociales bastante identificables, en apariencia, al menos: Los pobres, la clase media, y los ricos o clase alta.
Al interior de cada uno de estos sectores conviven subjetividades “progresistas” (no me convence del todo esa calificación pero voy a dejarla para facilitar la idea) y sectores reaccionarios. No es cierto, y creo que ya está claro, a mi parecer, que los reaccionarios o “gorilas” sean sólo pertenecientes a las clases altas. Mucha gente, más de lo que creemos, a veces tienen posturas absolutamente despectivas respecto de lo político, de lo público, de la libertad, de los derechos humanos en su amplio espectro, en fin, de lo que creo ambos llamaríamos el bien común.
Por supuesto no creo que esta sea una característica sólo de la sociedad argentina. Pero sí creo que tiene particularidades porque el dibujo de su manifestación, de su expresión, no está tan claramente trazado. Quiero decir, hay sociedades como la boliviana donde hay dos sectores fuertemente marcados… la representada por las culturas nativas y las de los sectores que reniegan de sus orígenes y se dicen distinguirse por ser los “civilizados”
En la Argentina eso no es tan visible. Si hay una característica que decimos nos hace una sociedad más rica es la convivencia de personas de orígenes y culturas diversas. De todos modos yo me detendría a profundizar al respecto porque en la vida más cotidiana eso no es tan así. O no es una condición común al menos. La experiencia personal, como hija de paraguayos, me ha permitido apilar varios relatos de fuerte discriminación a lo largo de mi historia personal y familiar.
Con esto quiero decir que los modelos de representación política en nuestra historia han mostrado o han sido resultado de esos diversos sectores que se conjugan y según las circunstancias han prevalecido unos sobre otros.
Por dar algún que otro dato, los gobiernos militares es cierto que han intentado ser combatidos por un importante sector de nuestra sociedad que ha pretendido luchar e ir en búsqueda de políticas más justas y democráticas; pero no es menos cierto que hubo otro importante, importantísimo sector que ha avalado los gobiernos de facto y, en algunos casos, han apoyado y en otros han mirado hacia el costado respecto de los acontecimientos que nadie podía decir ignorar…
También es un dato que el menemismo haya sido depositario de confianza por dos períodos cuando ya sabemos que las políticas que pusieron en práctica no hacían otra cosas que beneficiar al mercado neoliberal, saqueadoras de un país que había logrado en su momento tener un estado sólido y regulador de los intereses del pueblo… Esto, dentro de un mismo aparato político de representación.
Dice, la gente que sabe, que una de las características de la Argentina es que su construcción de origen, convertido en mito fundacional, se constituyó como una sociedad en donde conviven un crisol de culturas, mismo hecho que ha imposibilitado de algún modo construir una matriz de pensamiento propio, arraigado en imaginarios propios, en representaciones sociales que no se configuraran desde modelos idealizados y lejanos sino que se abastecieran de construcciones fieles a la epidermis cultural que nos conforma.
ResponderEliminarDigo: Justamente lo que falla es el problema de la identidad nacional. Y a falta de ello el otro, con otras identidades públicas, es visto como “enemigo”, como el otro cosificado, no perteneciente al universo que da sentido al mío.
De aquí falla el deseo profundo de la diversidad… por el miedo que promueve la débil construcción de identidad.
Es cierto, como vos decís, que en los últimos tiempos ha habido muestras de profundo respeto pero, a mi parecer, sigue siendo característica de una porción de la sociedad que sostiene la convivencia como un constructo desde donde configurar la vida. Desde el respeto a las ideologías opuestas hasta las normas de convivencia más cotidianas y reguladoras del bien común. Lo que no me parece definitivo es que sea una característica común de la sociedad en su conjunto.
Borges decía que una de las características de la sociedad argentina es ir en contra de todo aquello que provenga de lo público, del Estado. El Estado, para el común de la sociedad, es el gobierno y el gobierno es un aparato político partidario… o sea, un enemigo puesto allí dispuesto a robar todo lo que nos pertenece. Claro, ha sido cierto a veces pero no siempre y, en tal caso, no es una condición de la política sino de las personas.
Nuestra comunidad, en términos generales, y por lo tanto arbitrario en su definición, no asume el Estado como institución de pertenencia, del que formamos parte y nos conforma y, por lo tanto también podemos transformar o acompañar. El Estado es sólo un espacio de poder, el poder en el sentido más objetivado dispuesto allí a promover injusticias en todas sus formas. Espacio de sospechas y maquinaciones malvadas que conspira contra nosotros.
De allí, creo, que el Estado, quienes lo gestionan, y se presentan bienintencionados, deben cuidar cada acto para no profundizar la lejanía entre ese Estado y la sociedad en su conjunto. Para no darle más argumentos a la deslegitimación que lo enviste.
La represión tiene una larga historia en la Argentina y en los últimos tiempos de democracia no ha sido menos alarmante la cantidad de abusos y muertes en manos de cierto sector de las fuerzas de seguridad.
Es complejo analizar la cultura represiva que ha caracterizado a la policía en nuestro país. Lo cierto es que si bien está cambiando la formación, me consta, aún no han dejado de lado ciertos resabios de violencia y abuso cuando la orden de reprimir está dada.
Creo que está más que claro lo que deja traslucir esa frase ya instalada. A este gobierno le tiraron un muerto. Creo además que ante la práctica instalada por este gobierno de no represión las fuerzas de seguridad decidieron darle la contrapartida para que la inacción (lo que suele llamarse zona liberada) dé motivos suficientes para que vuelva a surgir por parte de la sociedad la necesidad de represión. “La policía tiene las manos atadas, por lo tanto el estado es responsable de esa muerte”. Lo contrario sería que a pedido de represión las fuerzas de seguridad crean que tienen legitimado el derecho a matar… Es muy complejo. Lo cierto es que el caso de Mariano empañó, y no es casual, una de los mayores logros de esta gestión: Que hasta allí no haya habido ni una sola muerte por represión policial. Esta muerte iba a suceder porque lo que es casi una obviedad es que diversos sectores están dispuestos a debilitar a este gobierno. Y eso, se sabe, es a cualquier precio. Lamentablemente.
ResponderEliminarEs cierto: Yo no creo que Mariano hubiera muerto igual en manos de la policía, lo que sí creo es que hubieran muerto más manifestantes porque la policía, ante las masas, se enceguece y exacerba la violencia.
Tengo por ejemplo la experiencia de haber ido a muchos recitales de los Redondos y siempre que hubo disturbios, corridas, heridos etc… fue sólo y únicamente cuando hubo presencia policial. Cuando no la hubo el ritual de ir a ver a los Redondos fue impecable desde la entrada hasta la salida…
En todo caso habría que poner en tela de juicio y análisis cómo funcionan las estructuras sindicales, algunas de ellas mafiosas y otras no, que se dirimen el poder con históricas prácticas violentas. Es una deuda seguramente de este gobierno, atravesado por su histórica identidad de cultura sindical, ir resolviendo esto con la complejidad que implica.
Por lo demás y respecto a la privatización de lo subjetivo yo daría vueltas las cosas: ¿No te parece Unai que cualquier objeto, elemento, medio, instrumento, espacio, no es más que un estandarte que cada cual usa en función de sus solvencias y/o agujeros? La intimidad de quienes se instalan en el mundo como objeto se ha cosificado porque en verdad siempre lo estuvo. Siempre dependió de la mirada de los demás…por ciberespacio o por tierra, según los contextos y los instrumentos disponibles. En tal caso lo que se vende, es o no intimidad, según cuál sea el nivel de profundidad y superficie que uno posea. Dicho sea de paso, ya que vos también hacés autocrítica al respecto: Lo que yo dejo traslucir en facebook, blog o donde fuera no es intimidad. La intimidad para quienes trabajamos cotidianamente para instalarnos en la profundidad es otra cosa, ni una foto, ni una frase, ni un comentario, ni un me gusta… la intimidad es mi modo más existencialista de pararme frente al mundo, mis dolores más arraigados, mis temores, el modo de vincularme con los míos, mis contradicciones si se quiere… y de todo eso, nada pasa por las redes sociales. Lo que transcurre allí es sencillamente lo que estoy dispuesta a decir con todos los filtros que median hasta volverse comentario. Facebook por caso, no me usa a mí, yo utilizo a facebook para hacerme de una dimensión más desde donde vincularme, y del modo que quiero vincularme. Es una decisión.
ResponderEliminarDigo… es cierto que se han cosificado o privatizado almas pero de las que se hubieran vendido de cualquier modo, aún en sitios menos visibles pero con un precio al fin por el sólo hecho de darle sentido a sus vidas a través de los otros.
Agrego: Los de mi generación somos hijos de una lucha frustrada. Los que siguen son hijos de los resabios de esa frustración y una nueva representación de lo cultural construida sobre la base de una cosmovisión aséptica, desinteresada de los valores políticos, anti-ideológica, generación que recién en estos últimos tiempos está vislumbrando la posibilidad de configurar la democracia como un valor y la política como su base de sostenimiento… De allí la ilusión que está renaciendo en estos tiempos de la Argentina. Desde ya que si esto es así, lo es siempre con sus excepciones.
Es de aquí, creo, de donde viene cierta desprolijidad, cierta necesidad de asumir el reclamo, la lucha, las reivindicaciones sociales, lo justo o no, en términos de requerimientos que se manifiesta, como toda ola que recién rompe, de manera “desmesurada”, e inadvertida de los derechos comunes porque implican un modo de identidad. Los pibes sienten que tomar una escuela los enviste de una identidad propia y con sentido. Es que tanto sinsentido cuando se revierte eclosiona y salpica por todos lados.
No creo que a Mariano lo haya matado la ausencia, creo, que como tantas muertes, lo mató la historia de nuestro país de la que todos somos parte y que como toda construcción social llevará mucho tiempo recomponer, no sólo por las deficiencias que enviste a los gobiernos sino por los que la propia sociedad sostiene…
Uffff!