Mi maestro me hacía escuchar a Charlie Parker. En aquel entonces no me gustaba demasiado el jazz. Recuerdo como al principio me quedaba como atónito. Esperando en vano a que esos negros empezaran a cantar algo de una puta vez. Suponía además que lo de la música era uno de sus muchos juegos de tortura psíquica. Una treta para reírse de mi ignorancia. Se lo pasaba en grande conmigo. Pero lo cierto es que con el paso del tiempo aprendí algo sobre el tema. Incluso comenzó a gustarme. Y es que en el bebop, nombre dado al estilo creado por Charlie Parker, la melodía se va improvisando sobre la marcha. El resultado es una fotografía musical única. La manifestación más sublime del acto creativo. Todo ello a una velocidad endiablada. Que te agarra por las pelotas cuesta abajo y con patines mientras te arroja sobre una pendiente de noventa grados. Porque cualquier cosa es posible en el bebop. Nunca sabes a ciencia cierta hacia donde te llevará, o con que sorpresa te saldrá esta vez. Así es que al principio cuesta seguirla, es verdad. Hasta que llega un momento en el cual algo sucede en tu cabeza. Un click. Y el cuerpo entero comienza a latir a la misma velocidad. En ese instante, trance hipnótico entre lo efímero y lo eterno, algo muere y renace adentro de uno.
Supongo que por eso es que mi maestro me hacía escuchar a Charlie Parker. Había algo en su música más allá de la evidente rapidez. Y eso era la base. Una base rítmica tan omnipresente como caótica, imprescindible como sostén de las improvisaciones. Algo así como una teoría lo suficientemente abierta. Capaz de desplegar de par en par las ventanas de lo impredecible.
Lo curioso es que, de alguna manera, uno siente que en el bebop ritmo y melodía caminan armónicamente separadas. Comunicándonos informaciones contradictorias. Paradojas que en sistémica conocemos por "doble vínculo". Esa maravillosa teoría que sirve tanto para explicar la esquizofrenia como el proceso de iluminación zen. Dobles mensajes dotados de una seductora cualidad hipnótica. La certeza de saber que lo infinito es pura incertidumbre.
Aquí va entonces un consejo a los que recién se inician en la psicoterapia o en cualquier otro arte. ¿Queréis ganar velocidad de respuesta?
Escuchad jazz.
Escribiendo desde el sur del sur.
Lic Unai Rivas Campo.
YO soy mas del post-punk o el Rock anternativo, a mi me cuesta mucho seguir el Jazz , por eso mismo de saber anticipar lo que va a seguir , es un ejercicio muy bueno, el intentar adivinar lo que traera la melodia .....algo asi como la vida.
ResponderEliminarGracias por la musica
Unai, te recomiendo una pelicula.. es italiana, quizas un poco vieja (es del 98) Aun asi, fantastica.. se llama, "La leyenda del pianista en el océano" escucharas el jazz en todo su esplendor, creo que la difrutarias..
ResponderEliminarUn abrazo enorme
No creo que ninguna película sea mejor por ser más nueva. Quizás todo lo contrario. Te agradezco la recomendación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Volvi a ver esa pelicula, la que te recomende anteriormente.. No dejes de verla Unai...
ResponderEliminarUn muchacho que nacio en un barco y jamas habia bajado de el, un dia decide hacerlo, pero repentinamente se arrepiente
"La teclas de mi piano empiezan y acaban, 88, no son infinitas. Pero tú eres infinito, y en esas teclas la música que haces puede ser infinita". Es la vieja tentación del arte como insuficiente sucedáneo de la vida: "El teclado de esa ciudad es infinito, no es para mí. Viendo toda aquella gran ciudad no se veía el final. El problema no fue lo que vi, sino lo que no vi; no vi donde terminaba, no vi el final del mundo". Es el ancestral miedo a salir de uno mismo para darse valientemente a los demás: "En ese barco, había deseos, pero no más de los que cabían entre proa y popa, no más de los que cabían en un piano que no era infinito. "La Tierra es un barco demasiado grande, una mujer demasiado hermosa, una música que no sé tocar".
No se atrevio a embarcar de verdad en la aventura de la vida..
Entiendes porque me gusta tanto tu terraza? Aquello que no se puede ver me fascina.. Me hechiza
Debes dormir mas... sino, se te va a complicar soñar